La "Vía de la Plata" es el nombre de una antigua calzada romana que a lo largo de 313 millas romanas (463 km) enlazaba la ciudad de Mérida (fundada en el año 25 a.C. como Emerita Augusta, capital de la provincia romana de Lusitania) con Astorga (fundada en el año 27 a.C. como Asturica Augusta, en la provincia Tarraconense), motivo por lo que ha recibido recientemente el nombre de Iter ab Emerita Asturicam.
Comenzó a construirse a mediados del siglo II a.C. en el marco de la guerra del cónsul Quinto Servilio Caepio contra el caudillo lusitano Viriato, y las obras continuaron en el siglo I a.C. como soporte militar en la guerra contra las huestes del también lusitano Sertorio. Pero fue a finales de este siglo cuando el emperador Octavio Augusto le da el principal impulso, ordenando la construcción de nuevos tramos y la fundación de Mérida, como colonia de descanso para los soldados licenciados de las Guerras Lusitanas, y de Astorga, como plaza fuerte militar, y como base desde la que controlar la explotación de los recursos mineros (especialmente oro y estaño), de los territorios conquistados a cántabros y astures. Las obras de consolidación continuaron en siglos posteriores con los emperadores Tiberio, Trajano y Adriano, y se prolongaba hasta Santiponce (Italica), Sevilla (Hispalis) y Cádiz (Gades). |