Atravesaremos un armonioso conjunto etnográfico que tiene como valores más destacados sus 6 molinos de río, sumados a otros elementos representativos también de la cultura del agua, como un peirao, un lavadero y una pontella, integrados todos ellos en un característico bosque de ribera.
Este ecosistema aparece coloreado a finales del invierno con múltiples flores de apertura primaveral, como son las anémonas, las prímulas y los narcisos. Entre estos últimos, una joya del patrimonio natural de la sierra del Gallinero: el "mallo" (Narcissus cyclamineus), delicado endemismo gallego-portugués protegido por distintas normativas.
Abandonaremos por un momento el río de Vilaza y ascenderemos al lado de la cantera de Vilaverde y de la estación sísmica de Zamáns, para volver nuevamente a su encuentro en el lugar de A Fervenza.
Aquí el río salva las fuertes pendientes de la sierra formando un espectacular salto de agua. Dejaremos entonces definitivamente el río para encaminarnos hacia el parque forestal de Vincios, punto final de la andadura. |