|
|
|
|
Zona geográfica
Milflores
La miel de las zonas costeras procede de la flor del eucalipto y de otras especies como el "salgueiro", o plantas de la familia de las boragináceas, de las compuestas (diente de león, "leitaruga", cardos...) de las crucíferas, de las leguminosas y de las rosáceas. En las zonas de interior, además del castaño, la silva y las "queirogas", plantas leguminosas y campanuláceas y, en menor medida, labiadas y crucíferas, condicionan la producción de una meil netamente diferente a la de la franja costera.
Eucalipto
La zona de producción de esta miel se extiende sobre todo por las Rias Baixas, en la comarca de A Coruña, en Ferrolterra y en la Mariña Lucense.
Castiñeiro
Se produce principalmente en los sotos de Lugo y Ourense (destacando las comarcas de Fonsagrada, A Ulloa, Ancares, Courel, Sierra de Manzaneda, San Mamed, Invernadoiro, Valle del Sil, Bolo, Valdeorras y la raya ourensana), provincia de A Coruña y la zona norte y las comarcas que lindan con la provincia de Lugo son las mejores para producir esta miel.
Queiroga
Elaborada en las zonas de montaña, la miel de queiroga se caracteriza por su coloración oscura con unos tonos rojos y su sbor duradero y ligeramente amargo. Entre las zonas de mayor producción de este tipo de miel destacan A Fonsagrada y O Courel (Lugo), la Sierra de Capelada y la comarca de As Pontes, en el este de la provincia de A Coruña, y las comarcas orientales de la provincia de Ourense. SILVA Las principales zonas de producción son al sur de la provincia de Lugo (comarca de Lemos y Sarria), el centro-sur de la provincia de Ourense y ocasionalmente algunos lugares de la provincia de A Coruña.
Historia
La apicultura en Galicia tuvo su máxima expansión antes de la entrada del azúcar, siendo considerada la miel un alimento de gran interés por su poder edulcorante, con unas propiedades medicinales contrastadas.
En el Catastro de Ensenada de los años 1752-1753 se indican para Galicia un total de 366.339 colmenas tradicionales, trobos o cortizos, que se conservan todavía en muchos lugares. Este dato indica claramente la importancia de la apicultura en Galicia desde la antigüedad y ha quedado reflejado en la toponimia gallega.
El cortín, albar, abellariza, albiza o albariza es una construcción rural a cielo abierto de forma ovalada, circular y rara vez cuadrangular, conformada por muros altos con el fin de proteger las colmenas y dificultar la entrada de animales (principalmente osos).
Estas construcciones, como reflejo de la época, permanecen visibles y en algunos casos todavía utilizables, en muchas áreas de montaña, sobre todo en las sierras orientales de Ancares y Caurel, en la sierra del Suido, etc.
El comercio del producto se limitaba a las festividades locales de carácter otoñal, al ser la miel de producción estacional y sólo de una cosecha al año. En el año 1880 el párroco de Argozón (Chantada, Lugo), Don Benigno Ledo, instala la primera colmena movilista y después de algunos años, construye la primera colmena para la multiplicación por división, cría de reinas, etc, a la que denominó colmena-vivero.
El gran auge de la apicultura moderna no comienza hasta 1975, fecha en la que, gracias a la labor de las asociaciones de productores, tienen lugar las primeras modificaciones sustanciales en los conocimientos de los apicultores y en el sistema tradicional de explotación apícola. El elemento principal de este cambio es el trasiego de colonias de abejas, de colmenas fijistas a colmenas movilistas. |
Galicia goza de un clima especialmente benigno con abundante lluvia a lo largo de todo el año. Estos factores, además de las características especiales de un suelo granítico y de la influencia de los vientos y los aires marinos, dan lugar a una flora rica y variada, que permite tanto la producción de miel milflores como la de un abanico de mieles monoflorales.
Los colmenares gallegos son pequeños y se dejan mimar con esmero por el apicultor. Se consigue así la calidad en los procesos de extracción y envasado de producto que los caracteriza. Esta miel procede de colmenas movibles y se obtiene por decantación o centrifugación. La miel se le presenta al consumidor en estado líquido o sólido (cristalizado o cremoso) y conserva todas sus propiedades naturales.
Tipos de Miel
Aunque la Miel de Galicia es una denominación única, en su seno encontramos diferentes sabores, texturas y paladares, dependiendo de las flores que le dan su origen. Una gran mayoría de la miel gallega es de milflores. En su elaboración no predomina un origen concreto y procede de las diversas flores de los alrededores de la colmena. Pero, además, en Galicia se producen algunos sabrosos tipos de miel monofloral.
Milflores
Las abejas liban el néctar de un amplio abanico de especies para producir una miel con identidad propia. Entre estas flores se encuentran aquellas que tienen capacidad para la producción de mieles monoflorares, a las que se suman otras muchas que mejoran y perfeccionan el producto. Por esto mismo, no toda la miel de milflores tiene la misma textura o el mismo paladar.
Eucalipto
El eucalipto, como resultado de las intensivas repoblaciones practicadas, marca decisivamente la producción de miel de la costa gallega. La miel del eucalipto es de color ámbar, sabor suave y olores céreos.
Castiñeiro
En las comarcas gallegas del interior la especie arbórea de mayor interes para la elaboración de la miel és el castaño. Esta miel es oscura, de sabor intenso y de fuertes olores a flor.
Queiroga
Una gran parte del territorio gallego está cubierto de mato. La queiroga es precisamente la planta de este tipo de vegetación que permite una mayor producción de miel monofloral.
Silva
La abundante aparición de matorrales mixtos de lantas rosáceas, entre las que sobresalen por su presencia las silvas, permite la producción de mieles monoflorales. La miel de silva adquiere en Galicia colores oscuros, sabores fuertes y dulces, y olores frutales.
|
|